¿Te has fijado qué cuando ocurren experiencias alegres, divertidas … tendemos a pensar que nosotros mismos somos maravillosos y cuando pasamos por épocas en las que ocurren desastres en nuestra vida, nos sentimos y pensamos acerca de nosotros de manera negativa? Parece que nos afecta una transferencia engañosa. En realidad somos «lo» mismo todo el tiempo, en unos momentos y en los otros. Aquello que se da cuenta de la experiencia, siempre permanece igual. Aquello que se atribuye a los méritos y desgracias circunstanciales es el ego.