Nos pasamos más de 15 años enseñando a nuestros hijos a obedecernos! Les adiestramos a obedecer y aceptar el sistema desde los profesores hasta los semáforos.Nosotros mismo hemos sido educados así. ¿Nos extrañamos de una humanidad que obedece al sistema y culpamos a otros de que nuestro mundo esté ahora en crisis en todos los ámbitos, que se esté desmoronando?No es una invitación a la desobediencia. Es una invitación a ver y enmendar las dinámicas de dominio, sometimiento, opresión, coacción…Colocarnos en otro lugar respecto a nosotros mismo y todo lo demás. Como padres en el lugar de los cuidadores, guardianes de la vida y nutridores con total respeto a lo que la vida trae. Que obviamente es mucho, mucho más sabia que cualquier mente individual. La vida, energía sagrada que se desenvuelve orgánicamente, la vida tal y como es.Desde los sabios de todos los tiempos hasta las tribus indígenas más remotas conectadas con la vida, lo saben.Como individuos es necesario que nos sobrepongamos a las dinámicas de dominación o coacción, a la internalización de sus estructuras sociales, lenguajes, hábitos y creencias. Sobreponernos a toda red o sistema que fomenta la dominación, interna y externamente. No solo respecto a nosotros y nuestros hijos,a la naturaleza, nuestros mayores…Estamos atrapados en una trampa que perpetuamos y tejemos en nuestra propia intimidad. El trabajo es de cada cual en su planeta, en nuestro planeta.