En el pasieje de los pensamientos de cada cual aparecen miles de juicios al día. Casi todos cortados por el mismo patrón. Se forman en función de la cultura a la que pertenecemos, la edad, el momento histórico, nuestros condicionamientos conscientes e inconscientes, la información a la que tenemos acceso etc.
Son como un molde, relleno de información distinta cada vez seleccionada por nuestra atención.Por eso se dice que los juicios hablan más de nosotros que de los otros.
Pueden ser una guía útil para los temas de logística y suelen ir trazando un sendero, también para la curiosidad mental, etc.
Muchas veces hacemos un mal uso de ellos. Solemos pensar que tenemos derecho a usarlos como armamento, escudo o bandera. Si nos diésemos cuenta de que esta no es su utilidad… Es como si usásemos los puños compulsivamente para dar puñetazos.
En general los juicios de cada persona suelen tener una forma muy parecida, se repiten para distintos escenarios. El color de los juicios se lo pone la emoción.